Maquiavelo dijo: “Los hombres ofenden antes al que aman que al que temen”. Y no podía estar más de acuerdo. En aras de no romantizar el amor ni las relaciones de cualquier tipo, la verdad es que las personas solemos lastimar a quienes sabemos que están ahí para nosotros, incondicionalmente. Me pasó muchas veces en mi última relación en la que, no importaba que buen consejo yo le diera a esa persona, sencillamente no lo recibía, ni siquiera cuando él era quién lo pedía. Pero si ese mismo consejo se lo daba otra persona, incluso una que acabara de conocer, era ley que lo tomaba como un mantra a cumplir.
Más paz y menos guerra
Más paz y menos guerra
Más paz y menos guerra
Maquiavelo dijo: “Los hombres ofenden antes al que aman que al que temen”. Y no podía estar más de acuerdo. En aras de no romantizar el amor ni las relaciones de cualquier tipo, la verdad es que las personas solemos lastimar a quienes sabemos que están ahí para nosotros, incondicionalmente. Me pasó muchas veces en mi última relación en la que, no importaba que buen consejo yo le diera a esa persona, sencillamente no lo recibía, ni siquiera cuando él era quién lo pedía. Pero si ese mismo consejo se lo daba otra persona, incluso una que acabara de conocer, era ley que lo tomaba como un mantra a cumplir.