Amor
Finalmente hemos llegado a la carta que muchas personas me han pedido que escriba. Ya hablé del desamor y era de esperarse que escriba sobre el amor.
Esta carta no va sobre qué debería ser o cómo debería vivirse, es más bien sobre qué es el amor para mi. Porque como ya sabemos, todos hablamos de él pero rara vez sabemos definirlo.
He llegado a la conclusión que el amor es una elección más que un sentimiento en sí mismo. El amor es una decisión.
El amor es elección. Creo que no hay nada más bonito que elegir a esa persona cada día y por supuesto, nada más increíble que saber que eres la elección de esa persona.
El amor es ceder. La parte más difícil de una relación es llegar a acuerdos aún cuando crees que no deberías hacerlo. Después de todo, una relación es la fusión de ambas partes, ambas mentes, ambas personalidades.
El amor es libertad. Siempre he pensado que no hay nada mejor que sentirte libre, junto a alguien. Suelo repetirme esto siempre y es casi como un mantra.
El amor es realidad. Cuando dejamos de idealizar a esa persona y la vemos tal cual es, con defectos, manías y terquedades, y aún así decidimos quedarnos, sabemos que esa es la persona.
El amor es aprendizaje. Es reconocerte a ti en las cualidades, acciones y defectos de la otra persona. La mayoría de la gente piensa que prefieren los polos opuestos, otros prefieren a alguien más bien parecido. Yo creo que todos preferimos a alguien que calce con nosotros, por afinidad o por oposición. Y sea como sea, siempre terminas por darte cuenta que estar con una persona es conocer cosas de ti que no sabías.
El amor es admiración. Por saber que esa persona hace del mundo un lugar mejor y de tu mundo un refugio habitable.
El amor es un millón de afecciones y al mismo tiempo, la cura para todas ellas. Es la comodidad del silencio. Es belleza, ternura, pasión, compromiso, impulso y calidez.
El amor puede ser breve o eterno. Puede durar un día y aún así hacerte sentir total plenitud o durar años y reiniciarse cada día.
Amor es aceptación, es pedalear cuando no quieres, bajar la cabeza, aceptar una derrota. Es admitir que eres frágil y vulnerable. Es una carta escrita a mano, una canción, una sonrisa llena de recuerdos. Una distancia dolorosa. Un arrebato de locura y una calma agradable. Es deseo, cobijo y vértigo.
Es un leve miedo, pero también es vivir sin apego. Es querer su felicidad aunque esta no sea la tuya.
El amor es esta respuesta a la pregunta : ¿Por qué quieres estar conmigo?
“Porque eres la única persona con la que no quiero jugar, porque te planteas las preguntas acertadas y me haces querer ser mejor persona y soñar con que el mundo puede ser diferente. Me das la impresión de no ser perfectx pero sí buena gente. Y porque al contrario de lo que piensas, de todas las personas que conozco, eres el/la mejor dotadx para la vida”.
El amor es elección.
En definitiva, el amor es no querer que se vaya. Nunca.